INGREDIENTES PARA 16 PIEZAS:

Relleno

250 g de carne picada de res (o de cordero)
½ cebolla blanca media picada
1 diente de ajo picado
1 cucharada de perejil picado
Sal y pimienta
1 cucharada de aceite de semillas

Cáscara

1 patata de tamaño medio
250 g de arroz Riso Scotti Selvaggio
Sal
15 g de harina 00
Mucho aceite de semillas para freír

PROCEDIMIENTO:

Calentar el aceite en una sartén, juntar todos los ingredientes del relleno (excepto el perejil) y cocinar a fuego medio durante 15 minutos. Al final, apagar el fuego, añadir el perejil y remover. Poner la carne en un bol y dejarla enfriar. En una sartén, hervir la patata con la piel hasta que esté blanda. Retirar la patata, salar el agua, añadir el arroz y cocer durante 20 minutos. Pelar la patata. Verter el arroz en un bol y mezclarlo a mano con la patata hasta que la mezcla se funda. Añadir la harina, hasta que la mezcla sea pegajosa. Dividir la mezcla en 16 partes iguales y, con las manos húmedas, formar las bolas. Colocar una bola en la palma de la mano izquierda y presionar en el centro con el dedo índice de la mano derecha para hacer un hueco. Seguir ensanchando la bola hasta que se parezca a una concha. Las manos tienen que estar siempre húmedas, para facilitar la preparación de una concha fina. Rellenar la concha con el relleno de carne, cerrarla formando un óvalo y presionar con cuidado. Seguir con las otras bolas hasta terminarlas. Guardar los Gelin Budu en la nevera hasta el momento de freírlos. Calentar abundante aceite de semillas en una sartén y freír las croquetas en grupos de 4-5, hasta que estén doradas. Servir calientes con una pizca de sal.

El nomadismo tradicional turcomano y las difíciles condiciones de vida en el desierto han modelado los hábitos culinarios de los turcomanos. La principal característica de la cocina turcomana es su sencillez, tanto en los ingredientes como en los métodos de cocción. La cocina turcomana es más parecida a la que podemos encontrar en Turquía, Oriente Medio, China y en los países musulmanes que a la rusa. La razón es que Turkmenistán es un país musulmán, por lo que la carne de cerdo casi no existe en la cocina tradicional, cuyas recetas a base de carne prevén el empleo de carnero, oveja y aves de corral. El plato turcomano más popular es el Pilav, más conocido como Pilaf, o Plov en ruso. Se prepara con cordero, zanahorias, arroz y cebolla. La fruta más popular en Turkmenistán, y en general en Asia Central, es el melón. Dulce, delicioso y rico en agua, se sirve como postre o junto con el té. Los mercados están llenos de enormes montones de melones, que a menudo son ofrecidos como regalo o gesto de bienvenida o despedida.